“El día que me muera me van a tener que velar en un local de teatro, y me van a tener que hacer un show artístico, en vez de estar rezando, así lo he dicho yo, no quiero nada de rezos, quiero alegría”.
Después de su deceso vinieron varios homenajes póstumos. En forma especial las agrupaciones culturales, como el teatro, tunas y estudiantinas y el carnaval. Sobre esto dan testimonio los artículos publicados en el diario La Estrella de Iquique del año 2005. Leer artículos relacionados aquí.
[1] “Tres décadas de teatro y un sainete”. Guillermo Ward, Ediciones Campvs, 1996.